Hace meses que no me acerco al blog, pero en realidad no estuve haciendo fiaca, en estos meses que al parecer pase sin escribir, en realidad lo que estaba haciendo fue compilar datos. Mucho trabajo de campo experimental. (Igual creo que con la palabra mucho, estoy exagerando)
Datos y datos, porque después de un cambiaso de provincia trabajo, agregar un par de amigos, me había quedado sin tiempo y con muy poco material, o al menos puse un parate a hablar del chico. Un poco...
Así que en este tiempo que me comprometí con esta tarea tengo bastante para contar. Siendo realistas, va a ser aleatorio, porque cuelgo mal con esa rutina de lunes de blog, amaría, pero me sinceré conmigo (propósito del 2020) y se que la organización a ese nivel, esta fuera de mi alcance.
Después de replantearme los propósitos de año nuevo (por sexta vez en lo que va del año), me propuse comenzar los 29 y es intentar no mentirme. No tanto.
Arranque mal. Dije que no iba a volver a meter la pata con nadie, pero bueno, como era de esperarse, la cague, o estoy muy cerca. (esta no es mi percepción, pero como no confió en ella, me guio un bastante por la gente que me rodea)
Paso a contar: en el caluroso febrero porteño, conocí al vecino, si, en febrero y estamos en junio.
Un flamante Tinder, que tenia todas las de ganar. Vivia a seis cuadras de casa, solo, lindo. Fuerte!
Metro ochenta, barbita y unas pestañas que me han orillado a tener que ponerme unas postizas, porque me dan envidia. Un perfume....Puff!(acá donde cada uno interpreta).
El Veci, es un ser extraño, debo decir que no lo entiendo, digamos que eso lo hace interesante. Al punto de que en la primera juntada ("primera cita") nos vimos; el de joggins, Crocs y una remera de Disney y yo... muy linda obvio. A mi no se me da tan bien el levante de joggin y Crocs.
Le sumamos una barba suave y cabello lacio. que parece que no, pero según mi estadística interna, el 79% de los hombres bonaerenses están pelados o potencialmente calvos, quizás sea el estrés o la humedad, no lo se, las hormonas del pollo o algo en el agua. Están todos pelados. y definitivamente los discrimino. perdón, es una cuestión de comodidad, de la cual no habrán mas detalles...
En mi trabajo de campo, otro dato que compile fue que la media de estatura de argentina es de 170 cm pero en CABA se concentran todos los que miden de 1.63 a 1.69... o al menos los que me rodean, no tengo nada en contra de ellos (no tanto como mis amistades creen) pero hay dos puntos, me gustan los zapatos altos, y otro, el único lugar que había para un ser de 1.68... sigue en reparacion.
Me fui por las ramas.
Como decía, conocí al veci, recoletense, de voz sensual, y movimientos de pelvis entre graciosos y digamos que a su manera, es sexy, aunque bren y fer digan lo contrario, sin conocerlo. Inteligente, como debe ser, y estructurado, ordenado, se erotiza viendo un excel, dios!
Lo extraño y creo que ahí viene lo peligroso de la relación con este ser, es la manera en la que se desarrolla día a día. Fer dice que es la antesala de una catástrofe. Y yo repito mi mantra: "No te enganches con este, no te enganches con este" y vengo de 10...salvo porque estoy escribiendo de el.
La rutina de cortejo 3.0 de whatsapp arranca con un Meme, mi Meme de lunes por la mañana. Por lo general la selección comienza en una charla interna de oficina con las chicas, a lo que denominamos beboteo de despacho: (brainstorming de métodos de levante mediante memes! SI MEMES! que bajo hemos caído como seres pensantes...) pero acá el que no se adapta no la pone: esto debe decantar en una juntada aproximadamente el día jueves, mas tardar viernes.
En respuesta, después del medio día llega a mi celu otro meme un poco subido de tono. seguido de una cantidad de "jaja" bastante importante.
La comunicación se corta durante unas cinco o seis horas (horario laboral fuerte).
Para finalizar con mi respuesta de las 5 o 6 pm cuando estoy cerca del horario de salida del trabajo.
Esa charla se repite del domingo al miércoles. Estamos hablando de unos 10 memes por semana. Really?
Los días Jueves, la metodología suele cambiar, a veces rompemos la rutina metiendo la charla del jueves en un martes y eso, es una fiesta!
El texto muda: Hey! (el) Hey (yo), y datos irrelevantes del día. Y eso implica que para esa altura de la semana, ya estamos necesitando hacer contacto físico, los memes dieron sus frutos. Estas imagenes graciosas, e invito a leer para que sirven (ademas de su finalidad sexual) se transforman en fotos del look de salida, y estamos listos para salir e interactuar.
Si, salimos a bailar... o algo por el estilo. La ida en uber, siempre es un momento de balance semanal, charla laboral. La salida es tragos y movidas de cadera, y derroche de simpatía, todo a libre interpretación. Habitues del mismo lugar donde los martes y jueves ponen música ochentera y va gente medio creepy, pero que los jueves le meten mucho cachengue. El veci, bailando se defiende, entre otras skills.
La vuelta es un Uber de dos paradas; su casa y la mía. En la cual siempre hay reclamos... de los que nadie se hace cargo ni modifica nada. En resumen estamos cómodos así.
Una vez finalizado el cortejo, todo vuelve a comenzar. Los datos fueron extraídos de 17 semanas de leer los chats y tickets de uber en el mail.
Lo escribo, y creo que todo se ve mas normal de lo que es: dos personas de casi treinta mandándose imágenes durante cuatro días para interactuar personalmente. No se, en el día a día se vuelve estresante, buscar un meme que decante en todo esto, y no perder la dignidad en el intento. A veces lo analizo y creo que debía dejarlo, antes de que se vuelva mas adictivo o peor aun me encariñe y pase a mandar videos de perritos y gatitos, ahí estará todo perdido, pero sinceramente tengo ganas de memearla con el veci a morir!
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