Conocí el drama apenas llegué a este mundo, lo conocí con apenas horas.
No por nada mi vida cada tanto se torna un culebron con mas despelotes que el Clon (que la época de la novela no delate la edad)
Yo llegué al mundo en pleno invierno, un sábado a las 7 de la mañana. Arrancamos mal, nadie decente nace el sábado a la mañana, aguantas hasta las 10 mas o menos que sabes que no jodés a nadie, y que sabe que ya abrieron las panaderías para comprar algo para el mate, segundo, no le caes a tus viejos un mes antes, no no, eso no está bueno, ellos no te esperaban tan pronto y por eso surgen cosas de imprevisto como que tu mama una pobre mujer recién salida del quirófano quiera ponerte "Del Mar" como segundo nombre, eso, te predispone a una vida llena de dramas noveleros. Te llames como te llames, si alguien quiere nombrarte así, las cosas no van a salir bien.
Mi mama, mujer de caracter fuerte, por no decir caprichosona, y jodida, tenia entre ceja y ceja que mi segundo nombre fuera Del Mar, me ha contado varias veces el porque, pero como me parece tan ridículo siempre que arranca a querer justificar semejante cosa me pongo en off.
En los 90 uno no podía nombrar a su hijo como se le cante, no, eso no se hacia. Existía un librito, que habitaba en los registros civiles, donde estaban los nombres permitidos, en la ciudad con ascendente a pueblo donde nací, el nombre "del mar" no existía, o sea, no te podían nombrar asi. Asique como esa señora no podía darse por vencida, mando a mi papa, un hombre muy obediente a que me asentara en otro registro civil. Me juego la cabeza que le dijo: hasta que la muchachita no se llame del mar, no vuelvas! no pisas esta casa y no la volvés a ver en tu vida, entonces el, como buen marido, se en camino en la búsqueda de un registro civil fundado por autores de novelas mexicanas.
Mi papa, viajo a un pueblito cerca, tenia unos 8 mil habitantes, con toda la furia, lo atendieron en el resgistro, y obviamente se burlaron de el, los 90 eran crueles, hoy podes llamarte Goku y eso no es motivo de burla. Todo lo contrario, te hacen un reportaje en la tele y seguro te regalan un monton de pañales descartables. Porque también ahora existen los pañales descartables, pero eso es otro tema.
Este hombre tuvo que continuar, sabiendo que si no llegaba con el DNI con ese nombre, dejaba de ser padre en ese instante.
Insistió en otro pueblo, de unos 3 mil habitantes, yo creo que ese registro civil debe haber sido como esos ranchitos de las peliculas de vaqueros, donde te registran en un cuaderno de hojas amarillentas y el tipo que atiende todavía escribe a pluma, el pueblo se llama Jaime Prats, obvio que si el pueblo se llama asi, yo me podía llamar del mar, la ecuación daba justa.
El en pleno Julio, cansado de vagar por las instituciones publicas, harto que se rieran de el, y de releer una y mil veces el libro que dicta la identidad de los niños del siglo pasado, le rogó, imploro que me dejaran llamar asi, pero no. Eso era imposible. Asique resignado, volvió a mi casa, frustrado, y sabiendo que debía armar el bolsito y partir, mi mama es una mujer de palabra. En ese momento parece que era tener segundo nombre o morir, inútil, nadie utiliza mas que para hacer bulling el segundo nombre.
Entonces el, para no llegar con las manos vacias, y porque habia escuchado a mi hermana alguna vez decir, que si no era ese seria Marisol, volvió a Jaime Prats, abrió la puerta de un empujón y con voz firme dijo: Pongale Marisol, la niña debe tener un segundo nombre urgente!
y asi me registro bajo ese nombre. Su sentido comun dijo: no sera del mar, pero le anda cerca, y regreso.
La verdad, esa parte de la historia nunca me la contaron, yo calculo que corrió un poco de sangre, pero tan mal no les salió, mi vida oscila entre novela mexicana/turca y bricolage, es la magia de no ser totalmente del mar, aún tengo papá, mas o menos y al final me llamo Marisol como ese libro sagrado me nombro, y me ahorro el sufrimiento del bulling y hoy recuerdo todo esto porque para hacer un puto tramite tengo que hacer 350 km a ese pueblito donde aún viven 8 mil personas en el medio de la nada, detenido en los 90 para que alguien me de por escrito mi nombre, Celina Marisol.
No por nada mi vida cada tanto se torna un culebron con mas despelotes que el Clon (que la época de la novela no delate la edad)
Yo llegué al mundo en pleno invierno, un sábado a las 7 de la mañana. Arrancamos mal, nadie decente nace el sábado a la mañana, aguantas hasta las 10 mas o menos que sabes que no jodés a nadie, y que sabe que ya abrieron las panaderías para comprar algo para el mate, segundo, no le caes a tus viejos un mes antes, no no, eso no está bueno, ellos no te esperaban tan pronto y por eso surgen cosas de imprevisto como que tu mama una pobre mujer recién salida del quirófano quiera ponerte "Del Mar" como segundo nombre, eso, te predispone a una vida llena de dramas noveleros. Te llames como te llames, si alguien quiere nombrarte así, las cosas no van a salir bien.
Mi mama, mujer de caracter fuerte, por no decir caprichosona, y jodida, tenia entre ceja y ceja que mi segundo nombre fuera Del Mar, me ha contado varias veces el porque, pero como me parece tan ridículo siempre que arranca a querer justificar semejante cosa me pongo en off.
En los 90 uno no podía nombrar a su hijo como se le cante, no, eso no se hacia. Existía un librito, que habitaba en los registros civiles, donde estaban los nombres permitidos, en la ciudad con ascendente a pueblo donde nací, el nombre "del mar" no existía, o sea, no te podían nombrar asi. Asique como esa señora no podía darse por vencida, mando a mi papa, un hombre muy obediente a que me asentara en otro registro civil. Me juego la cabeza que le dijo: hasta que la muchachita no se llame del mar, no vuelvas! no pisas esta casa y no la volvés a ver en tu vida, entonces el, como buen marido, se en camino en la búsqueda de un registro civil fundado por autores de novelas mexicanas.
Mi papa, viajo a un pueblito cerca, tenia unos 8 mil habitantes, con toda la furia, lo atendieron en el resgistro, y obviamente se burlaron de el, los 90 eran crueles, hoy podes llamarte Goku y eso no es motivo de burla. Todo lo contrario, te hacen un reportaje en la tele y seguro te regalan un monton de pañales descartables. Porque también ahora existen los pañales descartables, pero eso es otro tema.
Este hombre tuvo que continuar, sabiendo que si no llegaba con el DNI con ese nombre, dejaba de ser padre en ese instante.
Insistió en otro pueblo, de unos 3 mil habitantes, yo creo que ese registro civil debe haber sido como esos ranchitos de las peliculas de vaqueros, donde te registran en un cuaderno de hojas amarillentas y el tipo que atiende todavía escribe a pluma, el pueblo se llama Jaime Prats, obvio que si el pueblo se llama asi, yo me podía llamar del mar, la ecuación daba justa.
El en pleno Julio, cansado de vagar por las instituciones publicas, harto que se rieran de el, y de releer una y mil veces el libro que dicta la identidad de los niños del siglo pasado, le rogó, imploro que me dejaran llamar asi, pero no. Eso era imposible. Asique resignado, volvió a mi casa, frustrado, y sabiendo que debía armar el bolsito y partir, mi mama es una mujer de palabra. En ese momento parece que era tener segundo nombre o morir, inútil, nadie utiliza mas que para hacer bulling el segundo nombre.
Entonces el, para no llegar con las manos vacias, y porque habia escuchado a mi hermana alguna vez decir, que si no era ese seria Marisol, volvió a Jaime Prats, abrió la puerta de un empujón y con voz firme dijo: Pongale Marisol, la niña debe tener un segundo nombre urgente!
y asi me registro bajo ese nombre. Su sentido comun dijo: no sera del mar, pero le anda cerca, y regreso.
La verdad, esa parte de la historia nunca me la contaron, yo calculo que corrió un poco de sangre, pero tan mal no les salió, mi vida oscila entre novela mexicana/turca y bricolage, es la magia de no ser totalmente del mar, aún tengo papá, mas o menos y al final me llamo Marisol como ese libro sagrado me nombro, y me ahorro el sufrimiento del bulling y hoy recuerdo todo esto porque para hacer un puto tramite tengo que hacer 350 km a ese pueblito donde aún viven 8 mil personas en el medio de la nada, detenido en los 90 para que alguien me de por escrito mi nombre, Celina Marisol.
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