Yo no soy la mujer más apropiada para hablar de perdida de dignidad, la verdad que varias veces ha quedado bastante claro que para mandarme estupideces soy mandada a hacer, pero siempre hay alguien que en un momento de fragilidad hace cosas peor.
Hace unos diez años atrás, comenzamos la universidad con la Blonda, eramos, como dice ella: dos pebetas hermosas.
El tiempo fue pasando y aprendimos a querernos y bancarnos, no se si alguien nos banca tan fuerte, somos el agua y el aceite, pero entendemos muy bien que hay que hacer y que no cuando la otra está pasando por un momento complejo.
La Blondi, de temperamento explosivo y picante, loca como la puta madre, petisona y de cabellos dorados, amiga/ilustradora/terapeuta. Con ella tenemos una terapia a base de IPA, papas y cualquier cosa que venga en un plato con más de 1000 calorías por porción. Así, hacemos catarsis, analizamos situaciones, buscamos soluciones cósmicas, conspiramos, armamos y desarmamos hipótesis, revivimos momentos, todo para no volver a meter la pata o no hacerlo sin querer, pero hay cosas que cada vez que vuelven a la memoria, es imposible continuar.
Resulta, que hace unos tres años mas o menos, mi querida amiga (de quien tengo autorizacion para hacer publica la historia) se estaba separando de, en ese momento, su amor. Una de esas relaciones largas, para mi, el siempre sera un pelmaso, buena gente, pero pelmaso al fin. Convivian, y todo parecia ir bastante bien, hasta que a el, se le piro el moño y se fue todo a la mierda, a la blonda le partieron el corazon.
Horas hablando por telefono, mas interminables cantidades de terere, birras y papas, intentanto entender que habia pasado, análisis profundos, sandwiches de miga, todo a la expectativa ya que el señorito, no la dejo de golpe y porrazo, si no que se habia tomado un tiempo.
Yo que cuando se trata de las historia de amor de otros soy una genia, doy consejos, hago y deshago, entiendo todo con claridad, le fui clara, fria y casi hiriente, una tarde le dije: Blonda, el es un pelotudo, no te quiere mas! Sos un minon, y el no lo puede ver. Cuando termino estas frases me pregunto, a donde se va mi cerebro cuando a mi me dejan? estas frases no las escucho jamas!
Ella en medio del dolor y la angustia, no me queria creer y un par de semanas despues de larga espera, de no saber como continuaba nada, se citaraon en medio de la peatonal. Habia que hablar, continuar o terminar; era media tarde, el lugar lleno de gente, ella se sento en unos banquitos de cemento, llego el y se sento a su lado. Momento de suspenso...
En ese momento, para mi en la vida, se marco un antes y un despues, ella siempre fue un personaje moralmente intachable, digamos, un ejemplo a seguir de no hacer boludeces. La blonda, fan de Soda, amante sexual imaginaria de Cerati, una tipa con los pies en la tierra, ilustradora talentosa, inteligente, ese dia, mostro la hilacha.
Sigo contando, El llego y se sentaron a conversar (cuento esto y siento que lo vivo) obviamente, como era de esperarse, el pelmaso comenzo a hablar, frases sin sentido, reyeno, preambulos, hasta que pum! la dejó, despues de cuatro años! ahi, en medio de la gente, sin que ella pudiera darle con una baldoza en la cara!, nada, no pudo hacer nada,no podia defenderse gritandole a los cuatro vientos pito corto, o cualquier frase pseudohiriente para sentirse menos peor, no, ella solo le pidio que espere y dijo: espera, no te vayas, aunque sea, acompañame a estar sola. Si, la Blonda, perdio la dignidad, cito a Arjona.
El dia que me lo conto ella sabia mi reaccion, asi que tome aire, endureci la panza e intente tomarmelo como algo serio, adentro mio pensaba, cuando nos rompen el corazon, decimos giladas, quizas le dio un ACV en ese preciso instante, por eso dijo eso, estaba sobreestimulada por la musica de algun barcito o cafe cercano, pero no pude contenerlo, tres segundo despues, me rei en su cara, me rei como nunca lo habia hecho antes, no podia parar y se lo dije: no importa la gravedad, no importa quien te deje, o como, no se debe, no se puede citar a Arjona. Es ofensa.
Mira que yo he dicho frases desdignificantes, como "que vas a hacer ahora conmigo?" o "entiendo que quieras a alguien mas, pero yo quiero seguir", he dicho estupideces, he hecho estupideces, eso y tatuarse el nombre de un novio, es lo mismo y ella ya sabe que es asi, Cerati no se lo perdona.
Asi que yo, todas las noches antes de dormir, en esos cortometrajes mentales que uno monta antes de dormir, veo mi vida y me siento totalmente conforme, que jamas! jamas! sin importar la situacion, cite a Arjona.
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